La explotación agropecuaria ha ido evolucionando en las últimas décadas adaptando los usos y modos tradicionales y sostenibles del lugar, a una agricultura y ganadería moderna, ecológica y respetuosa con su entorno natural. La extensión de la finca es un elemento clave para permitir una explotación ecológica global y autosuficiente en su mayor medida, con mayoría de bosque mediterráneo y de pasto arbustivo, permite mantener una ganadería caprina autóctona extensiva, así como una arboleda y una
agricultura regenerativa o de conservación que posibilita un cuidado extremo de los suelos naturales. Estas labores complementarias y plenamente ecológica, completan un ciclo productivo básicamente autosuficiente y sin aportes externos extraños.
Nuestra Historia
La explotación agrícola-ganadera ecológica actual, comprende la unión de tres cortijos, La Dehesa, con La venta de Cantarraijan o del Fraile y El Campillo cuya historia viene desde sus primeros propietarios, la Compañía de Jesús, en el siglo XVII, y que, tras su expropiación en el siglo XVIII, estuvo dedicada al cultivo de la vid y cereales durante dos siglos hasta la crisis de la filoxera. Por los años 30 del siglo pasado fue adquirido por la familia Antúnez, que se orienta al uso agrícola y ganadero hasta la actualidad.
También forma parte de la explotación, el cortijo de La Robla, construido en el siglo XIX por la familia Castell-Luna.
La historia de estos cortijos, así como su arquitectura que viene de varios siglos, se puede ver en el libro editado por la Junta de Andalucía “Cortijos, haciendas y lagares” Arquitectura de las grandes explotaciones agrarias de Andalucía.